La ciencia detrás de los materiales tejidos no asbesto de alta fricción
El rendimiento de un forro de freno es fundamentalmente una cuestión de ciencia de materiales e ingeniería mecánica. El forro de freno tejido sin asbesto es un compuesto complejo que se basa en la sinergia entre fibras de refuerzo, aglutinantes y modificadores de fricción. En nuestra planta de fabricación, seleccionamos fibras de alto rendimiento como el aramida, conocido por su increíble resistencia al calor y a la tracción, para que sirvan como columna vertebral del forro. Estas fibras se tejen juntas en una estructura multicapa que crea una matriz densa pero flexible. Este proceso de tejido es fundamental, ya que permite que el forro mantenga su integridad estructural incluso cuando se desgasta durante años de uso intensivo en aplicaciones de frenado industrial.
El sistema de resina utilizado para unir estas fibras es igualmente importante para el rendimiento final del forro de freno. Utilizamos resinas fenólicas de alta temperatura que se someten a un proceso de curado preciso para garantizar que el forro permanezca estable bajo estrés térmico extremo. Estas resinas están formuladas para proporcionar un coeficiente de fricción constante en una amplia gama de temperaturas y presiones. Sin un aglutinante de alta calidad, las fibras simplemente se separarían durante el entorno de alta cizalladura de un evento de frenado. Nuestras mezclas de resinas patentadas también incluyen lubricantes y potenciadores de fricción que ayudan a estabilizar la parada y reducir el ruido y la vibración, que son problemas comunes en el frenado industrial de servicio pesado.
Uno de los aspectos únicos de los forros tejidos es la inclusión de alambres metálicos, generalmente hechos de latón o zinc. Estos alambres no son solo para la resistencia; juegan un papel fundamental en la dinámica de fricción del material. Cuando el freno se activa, los elementos metálicos ayudan a limpiar la superficie de contacto del tambor o disco del freno, evitando la acumulación de esmalte y residuos. Esta acción de autolimpieza asegura que el nivel de fricción se mantenga alto y constante durante toda la vida útil del forro. Además, estos alambres actúan como disipadores de calor, extrayendo la energía térmica de la superficie de fricción y distribuyéndola a través del cuerpo del forro para que se disipe de manera más efectiva en la atmósfera.
Las características de desgaste del forro de freno tejido sin asbesto son el resultado del cuidadoso equilibrio entre la dureza de las fibras y la suavidad de la resina. Un forro que es demasiado duro causará un desgaste excesivo en los costosos tambores de freno, mientras que un forro que es demasiado blando se desgastará demasiado rápido. Nuestro equipo de ingeniería ha perfeccionado este equilibrio para garantizar que nuestros forros ofrezcan una larga vida útil y, al mismo tiempo, sean suaves con la maquinaria de contacto. Esta naturaleza sacrificial del forro de freno es una característica de diseño clave que protege los componentes más grandes y costosos del sistema de frenado de daños durante las paradas de alta energía en equipos de minería, construcción y campos petroleros.
Como fabricantes, estamos constantemente investigando nuevas combinaciones de fibras y químicas de resinas para mejorar el rendimiento de nuestros productos sin asbesto. La transición del asbesto fue solo el comienzo; el enfoque actual está en mejorar el perfil ambiental y la eficiencia energética de los materiales de fricción. Mediante el uso de técnicas de fabricación avanzadas como telares controlados por computadora y hornos de curado de precisión, producimos forros tejidos con una consistencia inigualable. Nuestro compromiso con la excelencia científica asegura que cada rollo de forro que producimos cumpla con los más altos estándares internacionales, brindando a nuestros clientes la tecnología de fricción más avanzada disponible hoy en día para sus necesidades industriales críticas.

